sábado, 14 de noviembre de 2009

Joe


Joe es como uno de esos somalíes que durante los 90 enseñaban tanto en los telediarios. Con la piel muy muy morena, y muy muy delgado pero con barriga, con la típica barriga de los somalíes de los telediarios. Joe se pasa el día durmiendo, dice que la medicación que toma le deja grogui, pero de vez en cuando se deja aparecer por el salón con unos shorts vaqueros y una camiseta que dice “Fotolog made me famous”, y me da un poco de conversación intentando saber qué ocurre ahí fuera, en el universo conocido, porque ahora su universo se ha reducido a este piso, o a esta manzana como mucho.

 

Odiaba mi trabajo en la tienda. Una tienda aburrida con una encargada de constantes cambios de humor derivados de su consumo de cocaína. Yo llegaba a casa a las diez de la noche con ganas de nada, y mientras yo leía un poco en el salón, él aparecía tras las puertas  de la habitación de Andrés, como en esas teleseries en las que de repente aparece tras una puerta un actor famoso y el público rompe a aplaudir. Joe era el como la estrella invitada que aparecía de vez en cuando a alegrarme un poco lo que en ese momento era una vida bastante monótona.

 

Me cuenta que ha pasado un mes en el Hospital del Mar, y que está emocionado porque ese es el hospital en el que a Carmen Maura le detectan el Sida en Todo sobre mi madre. Y yo le corrijo y le digo que es a Penélope Cruz a la que le ingresan en el Hospital del Mar en Todo sobre mi madre, que Carmen Maura ni siquiera aparece en la película. Aunque no debería habérselo contado porque se ha desilusionado bastante porque Carmen Maura le gusta mucho mucho. Parece que Penélope Cruz no tanto. Él sólo dice, “Y yo que pensaba contarlo a mis amigos al regresar”

 

Una mañana hizo acto de aparición en el salón y dijo que se bajaba al chino de al lado a comprar comida que lleva días sin salir de casa y se aburre mucho.  Le digo que yo me tengo que ir a trabajar pero que otro día le acompaño y ceno con él en el chino. En plan cita romántica me dice. Y yo le digo que parece una gemela Olsen tan delgadito y con esas gafas de sol tan enormes que se ha puesto para bajar a la calle.

 

Joe aparece en el salón ya de madrugada, frotándose los ojos y con esos shorts vaqueros raídos, con los que parece un náufrago varado en mi salón. Y me cuenta que una de las muchas pastillas que toma le causan horribles pesadillas como efecto secundario.

Y yo quejándome de que me aburro en el trabajo.

 

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