domingo, 27 de diciembre de 2009

La Copenhague, la Fistra y la Benetton, Parte 3 (y última)

Yo antes de estar aquí me tiré cinco años imitando a Chavela Vargas en un puticlub de Barcelona. Es que mi madre escuchaba mucho a Chavela cuando yo era pequeño, sobre todo los sábados por la mañana cuando ella limpiaba la casa. Yo los sábados me despertaba escuchando a Chavela Vargas. Y de ahí se me quedó el gusto por esta mujer, y por los ponchos, que yo siempre he sido muy de ponchos. Pero a mí no me gustaba nada lo de cantar en puticlubs, que yo no tengo nada en contra de las putas, pero yo ahí no me sentía como que estuviera haciendo arte, yo sentía que sólo era un ruido de fondo para los jubilados que se gastaban la pensión a diez euros el cuarto de hora. Es que como allí sólo iban pensionistas que duraban bastante poco, por eso se les cobraban por cuarto de hora, si total, lo que querían era que alguien les escuchara sus batallitas de cuando hicieron la mili en el Sahara.

 

Ya se me ha vuelto a ir el hilo. Total, que a mi no me gustaba nada trabajar allí, y además me habían puesto el apodo de Travela Vargas, cosa que a mí no me gustaba nada, hasta que un día me llamó mi amiga la Benetton que llevaba mucho yo sin saber de ella y me dice que ahora está de relaciones públicas en un garito y que necesitan cantante. Ni le pregunté lo que pagaban, a mí con mi sueldo de ingeniero me da de sobra, esto lo hago yo por amor al arte. Lo único que le pregunté fue que si era un bar de putas. La Benetton me dijo que nanay, que eso era un local de varietés como los de antes y de los que ya quedan pocos, y que la única puta que había allí era Charo, una camarera que era puta de mala, no puta puta. Y después de varios años no me llevo tan mal con la Charo.

 

Y así es como acabé aquí. Y nos lo pasamos muy bien las tres. Yo canto, la Fistra se encarga del humor y de la contabilidad, y la Benetton anima a la clientela. ¿Qué por qué se lama la Benetton? Si la vieras sabrías por qué. Su padre es negro de Cabo Verde y su madre surcoreana, así que imagina la mezcla racial que lleva en los genes, además de que es guapa la jodía, negra como el tizón y con los ojos achinados. Vamos, que parece una modelo de un anuncio de Benetton. Y claro, con esa belleza rara y encima que tiene labia la nena, pues se pone en la puerta de la sala y se camela a todo el mundo.

 

¿Mi película, libro y grupo de música favoritos? Te puedo contestar a las tres a la vez: Las Amistades Peligrosas. Yo es que he sido siempre muy barroca.

 

Gracias a ti, y ya sabes, para cuando caiga un reportaje sobre Ingenieros me vuelves a llamar, que como ya te he dicho, ser ingeniero es todo un mundo, casi tanto como ser travestí, con acento en la “i”.

 

viernes, 25 de diciembre de 2009

La Copenhague y la Fistra, Parte 2


Es que no es lo mismo ser travelo que ser travestí, con acento en la “i”, que me suena mejor, más a travesti clásico, el que hace arte. No como las mamarrachas esas que se ponen una peluca y lo único que saben hacer es subirse a un escenario y contar chistes de pollas. Eso pudo tener su gracia en los ochenta, pero ya está más visto que el tebeo. Por eso animé a la Fistra a subirse a un escenario. Fernando antes era sólo el contable de la sala y de nosecuántos negocios más, pero cada vez que coincidía con él me hacía reir muchísimo. Tiene un sentido del humor muy especial, muy único, y yo le decía que alguna noche se tenía que subir al escenario a contarse unos chistes, aunque a él no le hacen falta chistes, con que cuente que ha ido a renovarse el D.N.I ya te meas encima. Es su forma de hablar, o de ver las cosas, yo siempre le digo que si ella me tiene envidia por mi piel, yo le tengo envidia por su forma de ver el mundo, así tan graciosa, tan de la Fistra. En su primera actuación salió como Lady Olé, que es un nombre que le pega mucho. Pero es que va y se pone a disertar sobre la importancia que ha tenido Chiquito de la Calzada como fenómeno de masas en la sociedad española de los años noventa. Que si su forma de hablar había creado un fenómeno sociolingüístico convirtiendo una variedad geográfica del lenguaje en una variedad social o nosequé. Que si Chiquito con su humor ayudó a la sociedad española a salir del pesimismo que había con la Crisis del 93. Y todo esto dicho con su gracia natural, la gente se partía de risa. Pero no sólo es risa, que sus teorías dan hasta que pensar, que están muy bien pensadas. Es que la Fistra es muy leída. Si se estudiara la Chiquitomanía en la Universidad le daban la cátedra a la Fistra, fijo.

 

Creo que me he ido bastante por las ramas, perdona pero es que me pongo a darle a la lengua y no paro. Que eso, a lo que íbamos, que en su primera actuación la gente se rió tanto con sus Chiquitoteorías que la gente empezó a gritarle ¡Fistra! ¡Fistra pecadora! Y con la Fistra se quedó.

miércoles, 23 de diciembre de 2009

La Copenhague, Parte 1

La principal diferencia entre el travestí y el transexual es que el primero acepta su sexo y su cuerpo, gustándole jugar con una doble identidad. En cambio el segundo es una persona cuya anatomía física no corresponde al sexo al que se siente pertenecer y por lo tanto asume de forma permanente el rol del otro sexo. Me lo he aprendido de memoria de la Wikipedia, que estoy cansada de que me lo pregunten, que si estoy operada o cuándo pienso hacerlo. Si yo soy feliz como soy, yo no quiero ser mujer, me siento hombre, maricón, pero muy hombre. Y yo no voy con la peluca, los flecos y toda la pedrería encima todo el día. Yo de lunes a viernes soy Ingeniero de Obras Públicas experto en explosivos, pero no de los que matan, sino de los que se utilizan para allanar terrenos para que pasen las vías del tren. De vez en cuando me llevo a mi sobrino para que apriete el botón, se lo pasa pipa. Pero bueno, el tema de su entrevista no son los Ingenieros de Obras Públicas, ¿verdad?, aunque le recomiendo el tema para reportajes posteriores que ser Ingeniero es todo un mundo.

 

¿Qué por qué me puse la Copenhague de nombre? Porque mi primer fan me preguntó si era danesa. Qué va, si soy de Mislata. Será por las lentillas azules y la peluca rubia, que era de mi abuela, que en su época eran muy de pelucas aunque no estuvieran calvas ni tuvieran cáncer, y es una peluca de las de antes, de las buenas, que la vendo por Ebay y me forro. Aunque eso sí, la piel blanca es mía, de pequeño me decían que parecía un muerto de lo pálido que era, y ahora me encanta mi piel color blanco nuclear. Mi amiga la Fistra no para de decirme que quiere una piel como la mía, hasta un día la pillé en Internet buscando cremas para aclararse el cutis. Le dije que se dejara de tonterías que así empezó Michael Jackson y así acabó el pobre. Yo a la Fistra le digo que aproveche su moreno de piel natural, su belleza latina, y ella me dice que qué coño de belleza latina si nació en Alcobendas. La Fistra es que es muy suya.

viernes, 18 de diciembre de 2009

La Banda Sonora de mi 2009





miércoles, 2 de diciembre de 2009

Prostitutas con suerte


Mis viñetas sin gracia alguna se han vuelto más bonitas desde que me he aliado con la ilustradora Patricia Cremades. La viñeta que pongo ahora no es la versión final, incluso tiene faltas de ortografía, pero la impaciencia me ha hecho publicarla ya. Larga vida al Humor Barroco.

sábado, 14 de noviembre de 2009

Joe


Joe es como uno de esos somalíes que durante los 90 enseñaban tanto en los telediarios. Con la piel muy muy morena, y muy muy delgado pero con barriga, con la típica barriga de los somalíes de los telediarios. Joe se pasa el día durmiendo, dice que la medicación que toma le deja grogui, pero de vez en cuando se deja aparecer por el salón con unos shorts vaqueros y una camiseta que dice “Fotolog made me famous”, y me da un poco de conversación intentando saber qué ocurre ahí fuera, en el universo conocido, porque ahora su universo se ha reducido a este piso, o a esta manzana como mucho.

 

Odiaba mi trabajo en la tienda. Una tienda aburrida con una encargada de constantes cambios de humor derivados de su consumo de cocaína. Yo llegaba a casa a las diez de la noche con ganas de nada, y mientras yo leía un poco en el salón, él aparecía tras las puertas  de la habitación de Andrés, como en esas teleseries en las que de repente aparece tras una puerta un actor famoso y el público rompe a aplaudir. Joe era el como la estrella invitada que aparecía de vez en cuando a alegrarme un poco lo que en ese momento era una vida bastante monótona.

 

Me cuenta que ha pasado un mes en el Hospital del Mar, y que está emocionado porque ese es el hospital en el que a Carmen Maura le detectan el Sida en Todo sobre mi madre. Y yo le corrijo y le digo que es a Penélope Cruz a la que le ingresan en el Hospital del Mar en Todo sobre mi madre, que Carmen Maura ni siquiera aparece en la película. Aunque no debería habérselo contado porque se ha desilusionado bastante porque Carmen Maura le gusta mucho mucho. Parece que Penélope Cruz no tanto. Él sólo dice, “Y yo que pensaba contarlo a mis amigos al regresar”

 

Una mañana hizo acto de aparición en el salón y dijo que se bajaba al chino de al lado a comprar comida que lleva días sin salir de casa y se aburre mucho.  Le digo que yo me tengo que ir a trabajar pero que otro día le acompaño y ceno con él en el chino. En plan cita romántica me dice. Y yo le digo que parece una gemela Olsen tan delgadito y con esas gafas de sol tan enormes que se ha puesto para bajar a la calle.

 

Joe aparece en el salón ya de madrugada, frotándose los ojos y con esos shorts vaqueros raídos, con los que parece un náufrago varado en mi salón. Y me cuenta que una de las muchas pastillas que toma le causan horribles pesadillas como efecto secundario.

Y yo quejándome de que me aburro en el trabajo.

 

miércoles, 28 de octubre de 2009

el unicornio de Versace

 

El temblor de tierrra que sucedió ayer noche en Tokyo se ha cobrado tres víctimas: Donatella Versace, Demi Moore, y Fumiyo Fujiyosi, mujer de un conocido magnate de la comunicación nipón.

 En Tokio están muy acostumbrados a los movimientos de tierra, y la ciudad está más que preparada para ello, pero un cúmulo de casualidades convirtieron anoche la fiesta de Versace en una matanza tan sádica como surrealista.

 Versace quería estrechar lazos con los empresarios nipones y para ello organizó una fiesta por todo lo alto en los jardines de Shynjuku, y fletó aviones enteros cargados de celebrities hollywoodienses.

 El tema escogido para la fiesta fue “El Jardín del Edén”, y por los jardines de Shynjuku pastaban 12 caballos blancos a los que se había “disfrazado” de unicornios con un cuerno dorado en sus frente. La cantante Goldfrapp amenizó el cocktail cantando a lomos de uno de estos unicornios.

 Pero como todos sabemos, los animales tienen un sexto sentido para predecir catástrofes como  terremotos y tsunamis. El temblor de tierra duró poco más de un minuto, entre las 23:26 y las 23:28. Pero dos horas antes, a las 21: 14, el unicornio sobre el que cantaba Goldfrapp perdió el control y sin parar de relinchar comenzó a trotar muy rápido por aquel lugar. Los jardines Shynjuku se habían cerrado por seguridad para la fiesta, por lo que sólo había una única salida. Los once unicornios restantes comenzaron también a galopar buscando una salida, embistiendo con su cuerno dorado a todo aquel que se ponía por delante.

Donatella Versace fue embestida por la espalda mientras hablaba con la prensa, y murió a los pocos minutos ya que la cornada le atravesó el estómago. Tal revuelo generó una avalancha humana que intentaba huir de aquella jaula llena de caballos desbocados, y Demi Moore fue encontrada muerta por aplastamiento. Así mismo, Fumiyo Fujiyosi murió al caer al suelo y ser pisoteada por varios caballos que pasaron sobre ella. Por suerte no hubo más muertes, y el resto de los 300 invitados salieron de allí casi ilesos.

El mundo de la moda está de luto, y en el departamento de Relaciones Públicas de Versace va a haber unos cuantos despidos por la ingeniosa idea de los unicornios.

Curiosa forma de encontrar la muerte.

 

sábado, 17 de octubre de 2009

Libre asociación de ideas alrededor de unas cervezas

-Seguro que todos tenéis una canción de la que os avergonzáis

-¿Cómo?

-Sí, una canción que te gusta mucho y te da vergüenza reconocer que te gusta.

 -Ahh, no sé

 -A mí me da vergüenza reconocer que me gusta esa de Lucky Lucky, esa que ponían tanto en Supermodelo 2006

-Era en Supermodelo 2007

-Eso es lo de menos

-Cuando yo tenía once años me grabé en un CD la canción de Titanic. La misma canción veinte veces para escucharla una y otra vez

-Buff, en clase de música en el colegio, las niñas de la clase le pedían al profesor que por favor tocara esa canción con la flauta. Cuando la tocaba, todas se ponían a llorar

-Yo con la flauta lo único que hacía era jugar a espadachines

-Como todos

 -A mí me hace mucha gracia cuando se pone un perroflauta en la puerta de un Mercadona a pedir dinero tocando esa flauta

-¿Y qué tiene de gracioso?

-Que esa flauta la aprendemos a tocar todos en el colegio. Es algo que sabemos hacer todos los de la Generación de la E.G.B, por lo que su actuación no es digna de merecer dinero

-Yo nunca le echo dinero a nadie excepto a los violinistas. De pequeño estudié tres años violín en el Conservatorio y lo acabé dejando. Por eso les echo dinero, porque ellos consiguieron aprender lo que yo no pude

-Yo sé decir “¿qué hora es?” en 7 idiomas. Empecé a estudiar Francés, Japonés, Finés y nosequé más y los dejé todos a los 6 meses

-Aprendiz de tó, maestro de ná. Es el resultado de una infancia llena de actividades extraescolares

-¿Otra ronda?

-Por supuesto

miércoles, 14 de octubre de 2009

martes, 13 de octubre de 2009

PONYS

Todos tenemos algún Pony. Todos. Se considera Pony a aquello que cuando éramos pequeños deseamos tener pero nunca tuvimos. Como Lisa Simpson, que siempre quiso tener un pony. De pequeños, somos capaces de desear mucho un objeto, ya que las partes más existencialistas de la vida todavía no han florecido. Pensad un poco y veréis como tenéis unos cuantos ponys, las primeras decepciones y posibles frustraciones en la infancia que posiblemente hayan evolucionado y mutado de forma, convirtiéndose esos ponys en actuales fobias, manías o prejuicios.

 Uno de mis ponys son esas zapatillas que se pusieron de moda a principios de los noventa entre los niños. En la época en que la cámara de aire en los talones era un claro símbolo de que al llegar el 2000 habríamos conseguido crear coches voladores. Pero la cámara de aire evolucionó y le colocaron una pequeña luz roja dentro que parpadeaba cada vez que se apoyaba el talón. Yo quería unas pero nunca las tuve. Y mi pony crecía y crecía cada clase de gimnasia cuando el profesor abría la puerta del gimnasio y, aún a oscuras, todos los que tenían unas de esas dichosas zapatillas entraban corriendo y se ponían a correr, lo que proporcionaba un espectáculo de luces rojas en la oscuridad, y que a esa edad puede resultar maravilloso.

 Mi pony creció y creció, mientras comía en casa y veía en el telediario como el Rey al visitar un colegio le preguntaba a un niño por sus curiosas zapatillas.

 Con el tiempo, mi pony se murió, aunque quién sabe, a lo mejor sólo se transformó en una fobia, manía o prejuicio.

 

sábado, 10 de octubre de 2009

Latas

En el descanso entre clases salí a fumar y me aparté del resto. Pero vino él a pedirme fuego, y en ese momento bendecí a mi amiga Laura por haberme enseñado a fumar a los 16 años. Supongo que se acercó a mí porque éramos de los pocos de veintitantos de nuestra clase.

 Barba perfectamente descuidada y nariz grande. No hay nada que me guste más en un hombre que una nariz aguileña. Y olía bien, sin llevar colonia. Olía bien a piel limpia. Pero cuando acercó sus manos para coger el mechero me fijé en que tenía las uñas negras, como un yonki, que me produjeron más curiosidad que asco.

 El segundo día se sentó a mi lado. Y me pasé toda la clase analizando su letra, en si era bonita o no, en si cometía faltas de ortografía o no.

 A los pocos días nos mandaron hacer un trabajo por parejas y me preguntó si quería ir después de clase a su casa a hacer el trabajo. Traducí mentalmente el “Pues claro que quiero” que estaba pensando a un modesto “Vale” que le contesté.

 De camino a su casa, pasamos por la puerta de El Corte Inglés y me preguntó si le importaba acompañarle un momento a por una cosa. Y bajamos a la planta sótano al Club del Gourmet, donde se gastó 15 euros en latas de caldo de langosta, caldo de cangrejo, caldo de puerros y caldo de tomate. Cuando pagó me di cuenta de que hoy no llevaba las uñas negras. Estaban tan limpias como siempre lo estaba el resto de su cuerpo.

 Al llegar a su casa me ofreció una cerveza, puso agua en el fuego y mientras esperaba a que hirviera cogió las latas de caldo que acababa de comprar y una a una, las fue abriendo y tirando el contenido por el fregadero.

 Lavó las latas por dentro, y de un armario sacó arena para plantas con la que las rellenó y luego espolvoreó un puñado de lentejas por encima. Como los niños que salen del colegio con un algodón mojado dentro de un yogur.

 “¿Me acompañas a la terraza?, al agua parece que le queda un rato”. Y allí me llevó, a dos metros cuadrados al aire libre llenos de plantas. Y en vez de macetas, latas de todo tipo que se notaban que habían sido  elegidas minuciosamente. Latas en todo tipo de alfabetos, de todo tipo de productos extraños.

 Y allí, mientras se pensaba el lugar de cada nueva lata, con las uñas otra vez negras llenas de tierra, me dijo:

 “Una exnovia me dijo que me gustan tanto las plantas porque soy Tauro, y los Tauros necesitan estar siempre en contacto con la naturaleza”.

 

Bien, ahora sabía que no tenía novia.

sábado, 26 de septiembre de 2009

Una K especial

Lo primero que pensé de ella fue “joder, qué alta es”. Se agachó para darme dos besos (midiendo yo 1,80) y me preguntó si quería un cafelito. El uso de la palabra “cafelito” me hizo sonreir y le dije que vale. Pasa pasa que te enseño el piso, y comencé a seguirla mientras ella me hacía el tour por las distintas habitaciones. Y supe por qué era tan alta. Caminaba por el pasillo con unos zapatos de tacón muy muy altos, que emitían un CLOC seco cada vez que pisaban contra el suelo de madera oscura.

CLOC CLOC CLOC

 Este es el salón, muy normalito, pero con su sofá, su tele, su mesa para comer, y todas esas cosas que llevan los salones. Ah, eso sí, y mucha luz. Que yo viví un año en un piso muy oscuro y no sabes lo que deprime eso.

 CLOC CLOC CLOC CLOC

 El baño. Uno para cuatro habitaciones así que tendrás que procurar no explayarte mucho.

 CLOC CLOC

 Tenemos dos habitaciones libres así que puedes elegir. Ésta es grande pero la ventana da al patio de luces y no es muy luminosa. Que no se yo por qué le dirán patio “de luces” si es la parte más oscura de la casa.

 CLOC CLOC

 Y esta es más pequeña, pero mira qué luz. Yo es que desde que viví en el piso oscuro ese, le doy mucha importancia a la luz. Y vamos que te enseñe la cocina que el café ya lleva mucho tiempo en el fuego.

 Unos cuantos CLOCS más y estábamos en la cocina, pequeña, pero con todo lo que tiene que tener una cocina, y mientras servía el café y me explicaba el típico rollo de alquiler/fianza/casero yo me preguntaba por qué llevaba esos tacones a las 11 de la mañana para estar por casa. No iba vestida para salir a la calle, llevaba la típica ropa de chica para estar por casa, una camiseta de tirantes blanca y unos shorts rojos, como en un anuncio de los cereales de la K especial.

 Que si quieres leche con el café.

 El preguntarme por el por qué de sus tacones me había hecho no darme cuenta de que el discurso alquiler/fianza/casero había terminado y me estaba preguntando algo.

 Bueno da igual me lo llevo todo al salón y ya está, que a cada uno le gusta el café de una forma.

 La seguí hasta el salón fijándome cómo conseguía llevar la bandeja con esos tacones sin derramar nada, como el que observa un acto circense. Cuando la bandeja intacta llegó a la mesa, se sentó y me hizo un gesto con la mano invitándome a sentarme.  Durante un segundo aparté la vista de ella mientras me sentaba, y cuando volví la mirada hacia ella, exhalaba el humo de un cigarrillo.

 No sé cómo lo había hecho, pero durante el segundo que aparté la mirada, ella había tenido tiempo de coger un cigarro, encendérselo y dar la primera calada. Y sobre la mesa no había ningún paquete de tabaco ni ningún mechero.

 No le di más vueltas, pero ese acto casi mágico me hizo sonreir, y ella me miró con cara de decir “¿qué pasa?”.

 -Nada, nada, que me gusta mucho el salón, muy luminoso.

 -¿A que sí? A mí desayunar aquí todas las mañanas me da la vida. Y por cierto, ¿De dónde eres y qué has venido a hacer aquí a Barcelona?

 -Soy de Logroño, y me he venido a Barcelona a hacer un master en Dirección de Arte.

 -¿Dirección de Arte? No sé lo que es, pero suena muy bien. Qué bien queda decir: Hola, me llamo Pepe Pérez y soy Director de Arte.

 -Un Director de Arte es el que se encarga de la imagen en la creación de un anuncio. Básicamente. ¿Y tú a qué te dedicas?

 -Yo estudio D.A.D.E

 -¿Dade? ¿Y eso es una carrera?

 -Pues no, son dos. Derecho y Administración de Empresas

 -Ah, no parece muy divertido…

 -Pues no lo es, pero es lo que hay. Es que yo soy la única de mi pueblo que tiene luces y ha llegado a sacarse la Selectividad, así que me toca estudiar eso para hacerme cargo de la cooperativa de aceite de oliva de mi pueblo.

 -Entonces cuando acabes la carrera, perdón, LAS carreras,¿te volverás a tu pueblo?

 -Pues la verdad es que después de casi cinco años aquí en Barcelona no me apetece nada volver al pueblo… pero es que todo el pueblo me espera, que los que manejan la contabilidad ya deberían haberse jubilado hace unos años, y ya te he dicho que soy la única del pueblo que sabe sumar de cabeza…

 Mientras decía esto, ella se quitó uno de los zapatos de tacón, dejándolo caer al suelo.

 CLOC

 Por debajo de la mesa, ella se masajeaba el pie que había quedado libre por le zapato, y yo no podía evitar mirarlo. Ella, al darse cuenta de que la miraba, puso expresión de avergonzada, como si la hubiera pillado a escondidas haciendo algo que no debe hacerse.

 -Uy perdona, debería de habértelo explicado nada más llegar. Llevarás todo el rato preguntándote qué coño hago con los tacones puestos a estas horas de la mañana y para estar por casa…

 -Pues la verdad es que sí que me lo estaba preguntando.

 -Es que la semana que viene tengo un desfile y me han avisado de que llevaré unos zapatos con mucho tacón, y como  no llevo zapatos altos muy a menudo así practico en casa.

 -Ah, eres modelo… ¿Y has salido en alguna revista o en algún anuncio?

 -Qué va, sólo hago pasarela. Me daría mucha vergüenza que pusieran mi cara en una parada de autobús.

 -Qué gracioso, una modelo vergonzosa.

 -Si yo esto lo hago por sacarme un dinero mientras estudio, yo no quiero ser Supermodelo ni aparecer en la portada de la Vogue.

 -Pero los desfiles también se ven en la tele.

 -Pero muy poco, de todas formas, como siempre para desfilar nos maquilla como muertos que parecemos todas iguales… A mi me da un mal rollo cuando estamos todas ya preparadas antes de desfilar, todas en fila con el mismo peinado y el mismo maquillaje de muerto, que parecemos robots clonados. Y claro, aunque pongan el desfile en la tele, a mí nadie me reconoce. Excepto mi abuela, que cada vez que sale un desfile en el Corazón de Primavera me llama diciéndome que me ha visto.

 -¿Tu abuela sí que te reconoce? Claro, es tu abuela.

 -Qué va, mi yaya en cuanto ve una pasarela en la tele siempre cree verme, como si no hubiera modelos…

 -Debe ser, por lo menos curioso, trabajar desfilando.

 -Pues no te creas, a mi no me hace mucha gracia. Llegas, no paran vestirte, desvestirte, maquillarte, peinarte, todo esto con el diseñador alrededor gritando y dando órdenes y creyéndose Christian Dior. Y luego están el resto de las modelos, de las que el noventa por ciento tienen el pavo bastante subidito porque también ellas se creen que están desfilando con Dior, y pasado mañana van a estar en la pasarela de Nueva York. Yo en los desfiles, voy a mi rollo. Llego, aguanto a que me preparen, hago el paseíllo y me voy. Si es que por mucho que me queje, que me paguen lo que me pagan por hacer el paseíllo… Siempre será mejor que pasarse de lunes a sábado doblando camisetas en un Zara por ochocientos euros.

 Antes de que acabase su resumen sobre el mundo de la pasarela, sonó un móvil al otro lado de la casa, se disculpó un momento, y fue a por el teléfono. Como se había quitado un zapato, andaba de puntillas con el pie que se había quedado libre.

 CLOC      CLOC      CLOC     CLOC

 La veía alejarse por el pasillo con esos andares de pasarela, sin notársele que llevaba un solo zapato y el otro pie desnudo. Y me di cuenta al verme reflejado en un espejo del salón, que una sonrisilla tonta dibujaba mi cara. Sin duda, esta chica de anuncio de los cereales de la K especial, era especial.

 

jueves, 24 de septiembre de 2009

El origen del Humor Barroco







domingo, 6 de septiembre de 2009

Análisis grafológico





Es lo que tiene el amor, que a uno lo vuelve gilipollas. Como una de esas personas que se pasa años enviando señales al espacio por si, alguna vez, esa señal es devuelta. Y saben que la posibilidad de recibir contestación es de una entre trillones. Pero lo hacen. 

lunes, 3 de agosto de 2009

Madrid 2079


Juan puso la mochila rosa sobre la mesa sin decir ni hola y se sentó frente a Pilar, quien se rió de Juan por haber traído semejante objeto. Ambos se quedaron mirando la mochila durante unos segundos, hasta que Juan dijo “tenemos que hablar”. Y Juan le dijo que ya no podía más, que poseerlo ya no era para él un orgullo, sino una agonía. Le confesó a Pilar que estaba harto de que toda su vida girara alrededor de “él”.Pilar no podía comprenderlo, ya que todo lo que eran lo eran gracias a “él”. A “él” no, a la abuela, rectificó Juan. Y Juan no paraba de preguntarse en los últimos meses cómo hubiera sido su vida si se la hubiera hecho él mismo, y no la abuela y lo que había dentro de la mochila rosa. Pilar sabía que si llegaba el momento en que uno de los dos quisiera deshacerse de él, deberían de hacerlo. Y hoy Pilar cerraba con fuerza los puños por debajo de la mesa para no soltarle una ostia a su hermano.  Le preguntó a su hermano qué haría con el dinero que conseguirían al subastarlo. Juan quiere montar un restaurante en Barcelona y vivir como la gente normal. Pilar dice "Qué casualidad, como la película de la abuela" y saca de la mochila un Oscar a  la mejor actriz secundaria concedido en el año 2009. 

¿Qué precio de salida le ponemos al Oscar de la abuela?

viernes, 31 de julio de 2009

Más Humor Barroco



miércoles, 29 de julio de 2009

Humor Barroco

martes, 28 de julio de 2009

Termitas y otras cosas


Ey Sara, estoy viendo un documental sobre termitas, ¿sabías que por cada humano hay trece millones y medio de termitas en el planeta?

Sara se sentó en el sofá y sólo dijo: Yo ya he luchado contra los trece millones y pico de termitas que me tocan. Y perdí.

No llevábamos mucho tiempo saliendo juntos, pero en una bolsa de alquiler joven nos tocó por casualidad un piso genial en el centro. Un antiguo apartamento perfecto para dos, que había sido renovado pero aún conservaba su estructura original, con vigas de madera a la vista. El tiempo que vivimos solos supimos compartir piso sin enfadarnos demasiado y sin aburrirnos el uno del otro. Pero esto se acabó el día en que dejamos de vivir solos.

Los dos empezamos a notar una presencia extraña en casa. No oíamos ni veíamos nada, pero sabíamos que alguien más vivía allí y no pagaba el alquiler. Después de un mes supimos lo que era. Termitas. Se estaban comiendo la estructura de la casa, y ya no quedaba mucha. Por suerte el seguro nos pagó todo, pero las obras para arreglarlo todo tardarían cuatro meses. Así que yo volví a casa de mis padres, y él a casa de sus antiguos compañeros de Universidad.

Y pasaron los cuatro meses y él no quiso volver. Había vuelto a descubrir el fantástico mundo de quedarse hasta las 5 de la mañana jugando a la Play, de emborracharse a base de cerveza cualquier día porque sí. De que nadie le mirara raro cuando llevaba dos días sin fregar los platos. Y no volvió al piso. Y yo no pude volver.

Me cambió por una litrona y una Play Station.

Las trece millones de termitas que me tocan me royeron a mí. Me dejaron hueca. Y siento ponerme así por un puto documental sobre termitas.

viernes, 24 de julio de 2009

Esta era no es la mía

Eso de pensar en que has nacido en una época que no es la tuya tiene que ser una putada. A mí nunca me ha pasado porque siempre me he sentido muy contemporáneo, muy a gusto con lo que me ha tocado vivir. Pero darte cuenta de que estos años no son para ti debe ser algo duro. Como esos popis de los que ya quedan pocos, que llevan la ropa de la juventud de sus padres y tienen al vinilo como dogma. Incluso bailan como en esa época (forma de bailar que a cualquier contemporáneo nos parece una forma de bailar un poco tonta)

Pero quizás, nacer en la época que no te ha tocado sea una ventaja. Está claro que Dalí no estaba contento con la época que le había tocado vivir, y quizás por eso, porque él sentía que estaba donde no le había tocado, fue Salvador Dalí.

miércoles, 22 de julio de 2009

Pura probabilidad

  Siempre he imaginado la probabilidad como un bombo compuesto por bolas rojas y azules donde meto la mano. Si sale bola roja es un sí, si sale bola azul, es un no. Cuando me empezaste a gustar mi bombo mental de probabilidad se componía de cincuenta bolas rojas y cincuenta azules. Siempre he sido muy optimista. Durante un tiempo hubo más bolas rojas. Coincidíamos en muchas cosas y empezamos a salir juntos los fines de semana. Entonces me enamoré de ti. Y empecé a notar lo contrario en ti. Pero yo ya había llegado al punto de no retorno, y mi amor por ti era inversamente proporcional al número de bolas rojas de mi bombo mental. Y un día el bombo llegó a estar compuesto por cien bolas azules y a mí ya me dolías mucho. Te llamé y te lo dije. Estoy enamorado de ti. Y cien bolas azules cayeron sobre mí.  Estaba seguro, sólo quería oírlo de tu boca. Entonces te fuiste a vivir muy lejos, y durante ese tiempo no nos hicimos mucho caso.

 

El amor más puro es el amor no correspondido. Si amas y te aman, es egocentrismo, tú das para también recibir. El amor no correspondido no espera recibir nada. Eso es amor

sábado, 18 de julio de 2009

Los Muertos


Siempre que una mañana de entre semana veo a un padre con su hijo por la calle pienso que van al médico. Los niños sólo están en la calle a las 10 de la mañana si es fin de semana o vacaciones, o van al médico.

A mí me gustaba ir al médico. Mi padre/madre venían al colegio a salvarme y a sacarme a la calle por un rato. Todo parecía distinto sin niños por la calle. Después de que me viera el médico, cogíamos el ascensor hasta una planta subterránea donde estaba Administración. Y allí estaba una amiga de la familia que siempre me ha hecho reir, desde que era muy pequeño hasta ahora. Ha sabido cambiar sus chistes y su forma de hablar adecuándose a mi edad. Y siempre decía "Vámonos a desayunar a Los Muertos", el bar de al lado del tanatorio del hospital al que iba la gente a la que se le acababa de morir alguien. 

Por eso le llamaba Los Muertos.

martes, 7 de julio de 2009

Deberes para un día triste



Hoy en la Agencia me han mandado deberes. Escribir un relato de diez líneas que contenga las siguientes palabras:

sangre/lodo/cerdo/taxi/6º 1ª

Y éste ha sido el resultado:

Un par de calles más arriba de mi casa, al cruzar la Diagonal, en vez de haber Supermercados Día y Paquis hay Victorios y Luchinos, Dolces y Gabannas. Un barrio donde todas las mujeres se parecen a Norma Duval. De las que no saben lo que es una T-10, sino que van en taxi a cualquier sitio. Normas Duvales que desde la terraza de su 6º 1ª contemplan aburrida sus uñas color sangre y deciden que se irán a Formentera a echarse unos lodos para regenerarse el cutis. Es lo que tiene no tener problemas de verdad en tu vida, que tu problema más importante es regenerarte el cutis, es no comer cerdo ni ningún otro animal no porque tu religión te lo impida, sino porque la anorexia que te autoimpusiste hace tantos años sólo te permite comer lo que mande la revista de AR, porque la anorexia no es sólo de quinceañeras, también lo es para las cincuentonas, ejército de clones de Norma Duval.



lunes, 6 de julio de 2009

La perfecta coartada



Será por que a mí me reacciona antes el estómago que la cabeza. Será porque mi estómago no tolera mucha cantidad de alcohol a la vez y lo expulsa antes de que llegue al cerebro. Por eso nunca me ha pasado eso de “no recuerdo nada de lo que hice anoche” o “lo siento pero es que iba muy ciego”. No digo que nunca me haya emborrachado, porque eso nos ha pasado a todos alguna vez (o dos o tres), pero siempre conservo una pizca de racionalidad por muchas copas de más que lleve. Pero hay gente a la que eso no le pasa. Personas a las que su estómago da vía libre y Free Pass a todo el alcohol que le cae encima. Aunque cada uno domina el arte de no saber beber a su manera.

El grupo de Facebook titulado “Tienes que comprender que iba muy ciego” tiene 3.058 fans, más de tres mil personas que cada día de resaca utilizan esa frase comodín para justificar su comportamiento. Y seguro que todos más de una vez hemos utilizado esa excusa de “Tienes que comprender que iba muy ciego” cuando realmente no lo estábamos, pero como es la frase comodín…

Cuando te quieres lanzar sobre alguien una noche de fiesta y barajas posibilidades, ante el NO, a todos se nos ha pasado por la cabeza lo de “si pasa de mí, al día siguiente le digo que lo hice porque iba muy borracho”


La perfecta coartada.

martes, 30 de junio de 2009

Infantas en moto de nieve



Ya no creo en el Psicoanálisis. Ni en esas teorías que dicen que cualquier sueño significa algo, que es nuestro subsconciente diciéndonos algo a gritos y casi siempre utilizando un lenguaje muy surrealista. No me creo eso de que todo lo que soñamos ha de significar algo.

Una vez soñé que me encontraba corriendo por un bosque de noche a lo "Proyecto de la bruja de Blair", y por allí en medio se me aparecía Pitita Ridruejo y me decía "No vayas al Blacksmith´s Forest"
¿Qué diría un psicoanalista de esto? Yo creo que si se lo cuento a alguno, se levantaría de la silla y se iría poniendo una excusa mala, ya que creo yo que este sueño no tiene explicación lógica alguna.

Yo simplemente creo que mientras dormimos, nuestro cerebro hace una orgía, mezclando recuerdos, concepos, cualquier cosa.

Creía en la Interpretación de los Sueños hasta los 12 años, cuando me pedí para Reyes un diccionario de interpretación, donde buscabas por orden alfabético lo que habías soñado, y te deía el significado. Así de fácil.

Pero cuando los Reyes me lo trajeron, soñé que estaba en una estación de esquí,y aparecían las Infantas sobre una moto de nieve saludándome. Y busqué en el diccionario de interpretación de sueños, pero no ponía nada sobre "Moto de Nieve" o "Infantas".

Vaya chasco.


lunes, 29 de junio de 2009

Qué raras somos, tía.





Recuerda a la rara de tu clase, esa que no tiene amigos y que viste raro y que tiene temas de conversación diametralmente opuestos a los tuyos, y lo peor de todo, que parece que se la sudan todos vuestros comentarios hacia ella.

 Imagina que la rara de tu clase se entera un día de que tiene una hermana en la otra parte del mundo, y que esa hermana es también la rara de su clase. Imagina que esas hermanas se conocen, y deciden montar un grupo de música.

 Y ahora imagina que años después eres diseñador gráfico mileurista, una profesión que mola mucho decir que eres, pero la rara de tu clase, esa a la que dabais por perdida respecto a la sociedad ahora es una cantante de éxito (alternativamente hablando) y que llena portadas de las revistas más underground y son alabadas si aparecen vestidas con chalecos reflectantes en un concierto. O con gato muerto por sombrero.

 Seguro que a los compañeros de colegio de Bianca y Sierra les reconcome algo por dentro. Y se deshacen de envidia desde su puesto de mileuristas.