Siempre he imaginado la probabilidad como un bombo compuesto por bolas rojas y azules donde meto la mano. Si sale bola roja es un sí, si sale bola azul, es un no. Cuando me empezaste a gustar mi bombo mental de probabilidad se componía de cincuenta bolas rojas y cincuenta azules. Siempre he sido muy optimista. Durante un tiempo hubo más bolas rojas. Coincidíamos en muchas cosas y empezamos a salir juntos los fines de semana. Entonces me enamoré de ti. Y empecé a notar lo contrario en ti. Pero yo ya había llegado al punto de no retorno, y mi amor por ti era inversamente proporcional al número de bolas rojas de mi bombo mental. Y un día el bombo llegó a estar compuesto por cien bolas azules y a mí ya me dolías mucho. Te llamé y te lo dije. Estoy enamorado de ti. Y cien bolas azules cayeron sobre mí. Estaba seguro, sólo quería oírlo de tu boca. Entonces te fuiste a vivir muy lejos, y durante ese tiempo no nos hicimos mucho caso.
El amor más puro es el amor no correspondido. Si amas y te aman, es egocentrismo, tú das para también recibir. El amor no correspondido no espera recibir nada. Eso es amor
Este ya no es Elvira Lindo, es más Almudena Grandes
ResponderEliminarEs que yo soy muy camaleónico. Si quieres mañana te escribo como Burroughs, o como Curry Valenzuela, como usted mande.
ResponderEliminarComo Curry no por dios...
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