domingo, 27 de diciembre de 2009

La Copenhague, la Fistra y la Benetton, Parte 3 (y última)

Yo antes de estar aquí me tiré cinco años imitando a Chavela Vargas en un puticlub de Barcelona. Es que mi madre escuchaba mucho a Chavela cuando yo era pequeño, sobre todo los sábados por la mañana cuando ella limpiaba la casa. Yo los sábados me despertaba escuchando a Chavela Vargas. Y de ahí se me quedó el gusto por esta mujer, y por los ponchos, que yo siempre he sido muy de ponchos. Pero a mí no me gustaba nada lo de cantar en puticlubs, que yo no tengo nada en contra de las putas, pero yo ahí no me sentía como que estuviera haciendo arte, yo sentía que sólo era un ruido de fondo para los jubilados que se gastaban la pensión a diez euros el cuarto de hora. Es que como allí sólo iban pensionistas que duraban bastante poco, por eso se les cobraban por cuarto de hora, si total, lo que querían era que alguien les escuchara sus batallitas de cuando hicieron la mili en el Sahara.

 

Ya se me ha vuelto a ir el hilo. Total, que a mi no me gustaba nada trabajar allí, y además me habían puesto el apodo de Travela Vargas, cosa que a mí no me gustaba nada, hasta que un día me llamó mi amiga la Benetton que llevaba mucho yo sin saber de ella y me dice que ahora está de relaciones públicas en un garito y que necesitan cantante. Ni le pregunté lo que pagaban, a mí con mi sueldo de ingeniero me da de sobra, esto lo hago yo por amor al arte. Lo único que le pregunté fue que si era un bar de putas. La Benetton me dijo que nanay, que eso era un local de varietés como los de antes y de los que ya quedan pocos, y que la única puta que había allí era Charo, una camarera que era puta de mala, no puta puta. Y después de varios años no me llevo tan mal con la Charo.

 

Y así es como acabé aquí. Y nos lo pasamos muy bien las tres. Yo canto, la Fistra se encarga del humor y de la contabilidad, y la Benetton anima a la clientela. ¿Qué por qué se lama la Benetton? Si la vieras sabrías por qué. Su padre es negro de Cabo Verde y su madre surcoreana, así que imagina la mezcla racial que lleva en los genes, además de que es guapa la jodía, negra como el tizón y con los ojos achinados. Vamos, que parece una modelo de un anuncio de Benetton. Y claro, con esa belleza rara y encima que tiene labia la nena, pues se pone en la puerta de la sala y se camela a todo el mundo.

 

¿Mi película, libro y grupo de música favoritos? Te puedo contestar a las tres a la vez: Las Amistades Peligrosas. Yo es que he sido siempre muy barroca.

 

Gracias a ti, y ya sabes, para cuando caiga un reportaje sobre Ingenieros me vuelves a llamar, que como ya te he dicho, ser ingeniero es todo un mundo, casi tanto como ser travestí, con acento en la “i”.

 

viernes, 25 de diciembre de 2009

La Copenhague y la Fistra, Parte 2


Es que no es lo mismo ser travelo que ser travestí, con acento en la “i”, que me suena mejor, más a travesti clásico, el que hace arte. No como las mamarrachas esas que se ponen una peluca y lo único que saben hacer es subirse a un escenario y contar chistes de pollas. Eso pudo tener su gracia en los ochenta, pero ya está más visto que el tebeo. Por eso animé a la Fistra a subirse a un escenario. Fernando antes era sólo el contable de la sala y de nosecuántos negocios más, pero cada vez que coincidía con él me hacía reir muchísimo. Tiene un sentido del humor muy especial, muy único, y yo le decía que alguna noche se tenía que subir al escenario a contarse unos chistes, aunque a él no le hacen falta chistes, con que cuente que ha ido a renovarse el D.N.I ya te meas encima. Es su forma de hablar, o de ver las cosas, yo siempre le digo que si ella me tiene envidia por mi piel, yo le tengo envidia por su forma de ver el mundo, así tan graciosa, tan de la Fistra. En su primera actuación salió como Lady Olé, que es un nombre que le pega mucho. Pero es que va y se pone a disertar sobre la importancia que ha tenido Chiquito de la Calzada como fenómeno de masas en la sociedad española de los años noventa. Que si su forma de hablar había creado un fenómeno sociolingüístico convirtiendo una variedad geográfica del lenguaje en una variedad social o nosequé. Que si Chiquito con su humor ayudó a la sociedad española a salir del pesimismo que había con la Crisis del 93. Y todo esto dicho con su gracia natural, la gente se partía de risa. Pero no sólo es risa, que sus teorías dan hasta que pensar, que están muy bien pensadas. Es que la Fistra es muy leída. Si se estudiara la Chiquitomanía en la Universidad le daban la cátedra a la Fistra, fijo.

 

Creo que me he ido bastante por las ramas, perdona pero es que me pongo a darle a la lengua y no paro. Que eso, a lo que íbamos, que en su primera actuación la gente se rió tanto con sus Chiquitoteorías que la gente empezó a gritarle ¡Fistra! ¡Fistra pecadora! Y con la Fistra se quedó.

miércoles, 23 de diciembre de 2009

La Copenhague, Parte 1

La principal diferencia entre el travestí y el transexual es que el primero acepta su sexo y su cuerpo, gustándole jugar con una doble identidad. En cambio el segundo es una persona cuya anatomía física no corresponde al sexo al que se siente pertenecer y por lo tanto asume de forma permanente el rol del otro sexo. Me lo he aprendido de memoria de la Wikipedia, que estoy cansada de que me lo pregunten, que si estoy operada o cuándo pienso hacerlo. Si yo soy feliz como soy, yo no quiero ser mujer, me siento hombre, maricón, pero muy hombre. Y yo no voy con la peluca, los flecos y toda la pedrería encima todo el día. Yo de lunes a viernes soy Ingeniero de Obras Públicas experto en explosivos, pero no de los que matan, sino de los que se utilizan para allanar terrenos para que pasen las vías del tren. De vez en cuando me llevo a mi sobrino para que apriete el botón, se lo pasa pipa. Pero bueno, el tema de su entrevista no son los Ingenieros de Obras Públicas, ¿verdad?, aunque le recomiendo el tema para reportajes posteriores que ser Ingeniero es todo un mundo.

 

¿Qué por qué me puse la Copenhague de nombre? Porque mi primer fan me preguntó si era danesa. Qué va, si soy de Mislata. Será por las lentillas azules y la peluca rubia, que era de mi abuela, que en su época eran muy de pelucas aunque no estuvieran calvas ni tuvieran cáncer, y es una peluca de las de antes, de las buenas, que la vendo por Ebay y me forro. Aunque eso sí, la piel blanca es mía, de pequeño me decían que parecía un muerto de lo pálido que era, y ahora me encanta mi piel color blanco nuclear. Mi amiga la Fistra no para de decirme que quiere una piel como la mía, hasta un día la pillé en Internet buscando cremas para aclararse el cutis. Le dije que se dejara de tonterías que así empezó Michael Jackson y así acabó el pobre. Yo a la Fistra le digo que aproveche su moreno de piel natural, su belleza latina, y ella me dice que qué coño de belleza latina si nació en Alcobendas. La Fistra es que es muy suya.

viernes, 18 de diciembre de 2009

La Banda Sonora de mi 2009





miércoles, 2 de diciembre de 2009

Prostitutas con suerte


Mis viñetas sin gracia alguna se han vuelto más bonitas desde que me he aliado con la ilustradora Patricia Cremades. La viñeta que pongo ahora no es la versión final, incluso tiene faltas de ortografía, pero la impaciencia me ha hecho publicarla ya. Larga vida al Humor Barroco.