viernes, 22 de enero de 2010

hombres que hablan como señoras

-No entiendo nada, anoche Lara me preguntó si Luis era marica, ¿Marica? Yo no entiendo a las suecas por más que lo intento. Son muy raras. Ya tuve demasiado con la tres suecas con las que conviví en Bristol de Erasmus y ahora viene Lara y me pregunta que si Luis es marica.

-¿Lara habla español?

-Lara lleva aquí un año y medio y no pasa del “Buenos días” “Gracias” y “Una cerveza por favor”. Con eso de que todos los suecos saben inglés se creen que no hace falta aprender otro idioma. En Suecia todo el mundo entiende inglés, y se creen que en España pasa lo mismo.

-Entonces cuando Lara habla con Luis lo hacen en inglés.

-Sí claro, que a Luis se le da muy bien, es casi bilingüe. Lee muchos libros en inglés y se ve todas las películas en Versión Original. Además, estuvo nosecuántos veranos de intercambio en Escocia.

-Pues ya sé por qué Lara piensa que Luis es marica.

-Pues explícamelo porque yo no me entero de nada. Me dicen que cualquier otro es marica y me lo creo, pero ¿de Luis? Es la persona menos marica que conozco.

-Mira Carmen, los veranos que Luis estuvo en Escocia los pasó con la misma familia. Una viuda y sus dos hermanas solteronas, las tres entre los 50 y los 60 años, y la madre de todas que tenía unos noventaitantos Vamos, que se tiró cinco veranos hablando en inglés con señoras. Y eso es lo que le pasa a Luis, que cuando habla en inglés, habla como una jubilada, y el que le escucha se piensa que es marica por que tiene un lenguaje muy femenino, y encima, anticuado

-Pobre Luis, ser bilingüe para eso. Ahora entiendo por qué dice que no pasó esa entrevista de trabajo en inglés, si el puesto parecía hecho para él.

-Pues ya sabes por qué no pasó esa entrevista, porque en inglés habla como una señora.

-Pues a mi tío le pasó algo parecido. Llegó muy joven a Barcelona y dice que para acostumbrar su oído al catalán y ya que era de sueño difícil, escuchaba todas las noches el Parlar per parlar. El típico programa en el que la gente llama a las tres de la mañana a contar sus miserias, básicamente porque se aburren mucho o son insomnes como mi tío. Pero se ve que a ese programa sólo llamaban jubiladas trasnochadas, que aburridas como monas llamaban a ese programa para que alguien las escuchara. Como cuando se te ponen a hablar en la parada de autobús para que les des coba. Y así se le hizo el oído a mi tío y así aprendió el idioma, que cuando hablaba en catalán parecía una jubilada. Lo que me he reído yo de mi tío.

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