
viernes, 31 de julio de 2009
miércoles, 29 de julio de 2009
martes, 28 de julio de 2009
Termitas y otras cosas

Sara se sentó en el sofá y sólo dijo: Yo ya he luchado contra los trece millones y pico de termitas que me tocan. Y perdí.
No llevábamos mucho tiempo saliendo juntos, pero en una bolsa de alquiler joven nos tocó por casualidad un piso genial en el centro. Un antiguo apartamento perfecto para dos, que había sido renovado pero aún conservaba su estructura original, con vigas de madera a la vista. El tiempo que vivimos solos supimos compartir piso sin enfadarnos demasiado y sin aburrirnos el uno del otro. Pero esto se acabó el día en que dejamos de vivir solos.
Los dos empezamos a notar una presencia extraña en casa. No oíamos ni veíamos nada, pero sabíamos que alguien más vivía allí y no pagaba el alquiler. Después de un mes supimos lo que era. Termitas. Se estaban comiendo la estructura de la casa, y ya no quedaba mucha. Por suerte el seguro nos pagó todo, pero las obras para arreglarlo todo tardarían cuatro meses. Así que yo volví a casa de mis padres, y él a casa de sus antiguos compañeros de Universidad.
Y pasaron los cuatro meses y él no quiso volver. Había vuelto a descubrir el fantástico mundo de quedarse hasta las 5 de la mañana jugando a la Play, de emborracharse a base de cerveza cualquier día porque sí. De que nadie le mirara raro cuando llevaba dos días sin fregar los platos. Y no volvió al piso. Y yo no pude volver.
Me cambió por una litrona y una Play Station.
Las trece millones de termitas que me tocan me royeron a mí. Me dejaron hueca. Y siento ponerme así por un puto documental sobre termitas.
viernes, 24 de julio de 2009
Esta era no es la mía

miércoles, 22 de julio de 2009
Pura probabilidad
Siempre he imaginado la probabilidad como un bombo compuesto por bolas rojas y azules donde meto la mano. Si sale bola roja es un sí, si sale bola azul, es un no. Cuando me empezaste a gustar mi bombo mental de probabilidad se componía de cincuenta bolas rojas y cincuenta azules. Siempre he sido muy optimista. Durante un tiempo hubo más bolas rojas. Coincidíamos en muchas cosas y empezamos a salir juntos los fines de semana. Entonces me enamoré de ti. Y empecé a notar lo contrario en ti. Pero yo ya había llegado al punto de no retorno, y mi amor por ti era inversamente proporcional al número de bolas rojas de mi bombo mental. Y un día el bombo llegó a estar compuesto por cien bolas azules y a mí ya me dolías mucho. Te llamé y te lo dije. Estoy enamorado de ti. Y cien bolas azules cayeron sobre mí. Estaba seguro, sólo quería oírlo de tu boca. Entonces te fuiste a vivir muy lejos, y durante ese tiempo no nos hicimos mucho caso.
El amor más puro es el amor no correspondido. Si amas y te aman, es egocentrismo, tú das para también recibir. El amor no correspondido no espera recibir nada. Eso es amor
sábado, 18 de julio de 2009
Los Muertos
martes, 7 de julio de 2009
Deberes para un día triste

Hoy en la Agencia me han mandado deberes. Escribir un relato de diez líneas que contenga las siguientes palabras:
Y éste ha sido el resultado:
lunes, 6 de julio de 2009
La perfecta coartada

El grupo de Facebook titulado “Tienes que comprender que iba muy ciego” tiene 3.058 fans, más de tres mil personas que cada día de resaca utilizan esa frase comodín para justificar su comportamiento. Y seguro que todos más de una vez hemos utilizado esa excusa de “Tienes que comprender que iba muy ciego” cuando realmente no lo estábamos, pero como es la frase comodín…
Cuando te quieres lanzar sobre alguien una noche de fiesta y barajas posibilidades, ante el NO, a todos se nos ha pasado por la cabeza lo de “si pasa de mí, al día siguiente le digo que lo hice porque iba muy borracho”
La perfecta coartada.